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La producción porcina francesa ha disminuido considerablemente, en gran parte debido a la reducción constante en el número de cerdas desde 2010, a pesar de la mejora en su prolificidad.
En 2017, continuó la tendencia a la baja en el consumo de carne y productos elaborados (bovinos, ovinos, porcinos, avícolas). Para el sector porcino, la lentitud del consumo en el mercado interno se ha visto acompañada por una estabilidad de las importaciones, pero con el declive de las exportaciones francesas sancionado por la desaceleración de las compras chinas, a pesar de una reorientación parcial de las exportaciones a otros países. Países asiáticos, el déficit comercial ha crecido.
Tras un fuerte aumento en 2016, la producción de carne de cerdo en Francia se redujo significativamente en 2017 y de forma mucho más pronunciada que en el resto de la UE. En los primeros nueve meses de 2017, la disminución en el sacrificio de cerdos fue más pronunciada que a nivel europeo: - 2,7%. El peso promedio se mantuvo estable durante el período. Tras el espectacular repunte de 2016, basado exclusivamente en la demanda china, los mercados europeo y francés registraron en 2017 los efectos de la desaceleración en las compras de China. Las exportaciones de carne de porcino cayeron a medida que las importaciones se estabilizaban. Como resultado, el déficit del comercio exterior se amplió nuevamente en 2017. La recuperación de los precios del porcino, que comenzó en el segundo semestre de 2016, continuó hasta junio de 2017, antes de una desaceleración muy marcada. La demanda interna sigue siendo lenta. Sin embargo, el acumulado durante los primeros nueve meses de 2017 muetran un aumento significativo de los precios.
Diciembre de 2017/ Agreste Panorama - n°5/ MAA/ Francia.
http://agreste.agriculture.gouv.fr/
